Washington.– El gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles que pedirá a las aerolíneas cancelar parte de sus vuelos a partir del viernes, con el propósito de “reducir la presión” sobre el sistema de control aéreo, afectado por altos niveles de ausentismo debido al prolongado cierre gubernamental.
El país acumula ya 36 días de parálisis administrativa, el cierre más largo en la historia estadounidense, originado por la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas en el Congreso para aprobar el presupuesto federal.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, informó durante una conferencia de prensa que la medida supondrá una reducción del 10% en la capacidad operativa de al menos 40 aeropuertos, entre ellos algunos de los más transitados del país, como los de Nueva York, Chicago, Atlanta y Los Ángeles.
“Estamos tomando esta decisión para garantizar la seguridad de los pasajeros y aliviar la carga sobre los controladores aéreos, muchos de los cuales han trabajado sin recibir salario desde el inicio del cierre”, explicó Duffy.
El anuncio ha generado preocupación entre las aerolíneas, que advierten sobre posibles retrasos masivos, cancelaciones y pérdidas económicas si la crisis política y presupuestaria no se resuelve en los próximos días.
Mientras tanto, miles de empleados federales continúan sin cobrar, y diversos sectores —desde la aviación hasta la seguridad alimentaria— comienzan a sentir los efectos del estancamiento político que mantiene paralizadas amplias áreas del gobierno estadounidense.
